Pido disculpas de antemano, ya que no serán encuestas tan objetivas como las de algunos programas de televisión tipo “El Gato al Agua” en las que, se pregunte lo que se pregunte, las respuestas siempre son las mismas:
a) Zapatero es el culpable.
b) La culpa la tiene Zapatero.
c) Hay que achacárselo a Zapatero.
d) Me he equivocado de cadena y Zapatero tiene la culpa de que haya apretado el botón incorrecto.
e) No puedo cambiar de cadena porque el mando se ha quedado sin pilas y no puedo comprar nuevas porque Zapatero sube los impuestos.
Quiero cerrar el domingo haciendo también una breve reseña a la semana movidita que han padecido ses Illes Balears. Una semana digna de un comentario más profundo en los próximos días, ha sido como si el hombre del tiempo hubiera anunciado la proximidad de un Huracán aconsejando a los ciudadanos que no salieran de sus casas hasta nueva orden.
Si entre semana visitaba de nuevo los Juzgados ese gran embajador turístico llamado Jaume Matas, durante la semana también nos deleitaron con su presencia algunos miembros del programa el “Gato al Agua”de Intereconomía, emitiendo en directo su programa de humor desde el Hotel Victoria (tengo que reconocer que no pude verlo por prescripción médica). Para rematar una semana formidable, como diría Chávez, aún olía a azufre en el hall de ese mismo hotel cuando tuvo lugar allí la Convención del PP con una imagen para la historia, el señor Camps firmando el manifiesto por la transparencia y en contra de la corrupción. Por cierto, ya que estaba Matas declarando en los Juzgados estos días, ¿por qué no se acercó a apoyar a sus compañeros de partido?. Perdón, había olvidado por un momento que ya no son compañeros porque el PP toma medidas ejemplarizantes y actúa con dureza contra los corruptos de su partido, les quita el carnet. Además, la ausencia de Matas estaba más que justificada, no le llegó la invitación por un hecho absolutamente lógico. Según Matas no posee ninguna residencia, a pesar de haber conseguido avales que superan los 5 millones de euros para evitar precisamente la entrada en su futura residencia, ni el piso situado en el barrio más caro de Madrid, ni la casa con vistas al mar de la Colonia de Sant Jordi son suyos, aunque los habite y actúe como si fuera propietario. Así que es de cajón que, sin domicilio conocido, el cartero devolviera la carta marcando la X en el apartado de "Desconocido", "Ausente", "Rehusado" o incluso "Dirección Incorrecta".
Volviendo al tema, cuando vi la foto que acompaña a esta entrada en el periódico tuve una sensación extraña, de que me había perdido algo. Era como si estuviera viendo una película de mafiosos en el cine, me levanto para mear y, cuando vuelvo, resulta Al Capone está encabezando una manifestación contra la Mafia. ¿Qué me he perdido? pregunto atónito. Un guión totalmente disparatado que sólo podrían protagonizar actores de la talla de Stallone, Schwarzenegger o, a nivel nacional, algún miembro del PP como Camps.
Esta película de terror, que roza el gore de serie B, no se salva ni con la incursión de escenas en 3D. Era, en palabras de José Agustín Goytisolo acompañado por la música y voz de Paco Ibañez, el mundo al revés del “Lobito bueno”.
b) La culpa la tiene Zapatero.
c) Hay que achacárselo a Zapatero.
d) Me he equivocado de cadena y Zapatero tiene la culpa de que haya apretado el botón incorrecto.
e) No puedo cambiar de cadena porque el mando se ha quedado sin pilas y no puedo comprar nuevas porque Zapatero sube los impuestos.
Quiero cerrar el domingo haciendo también una breve reseña a la semana movidita que han padecido ses Illes Balears. Una semana digna de un comentario más profundo en los próximos días, ha sido como si el hombre del tiempo hubiera anunciado la proximidad de un Huracán aconsejando a los ciudadanos que no salieran de sus casas hasta nueva orden.
Si entre semana visitaba de nuevo los Juzgados ese gran embajador turístico llamado Jaume Matas, durante la semana también nos deleitaron con su presencia algunos miembros del programa el “Gato al Agua”de Intereconomía, emitiendo en directo su programa de humor desde el Hotel Victoria (tengo que reconocer que no pude verlo por prescripción médica). Para rematar una semana formidable, como diría Chávez, aún olía a azufre en el hall de ese mismo hotel cuando tuvo lugar allí la Convención del PP con una imagen para la historia, el señor Camps firmando el manifiesto por la transparencia y en contra de la corrupción. Por cierto, ya que estaba Matas declarando en los Juzgados estos días, ¿por qué no se acercó a apoyar a sus compañeros de partido?. Perdón, había olvidado por un momento que ya no son compañeros porque el PP toma medidas ejemplarizantes y actúa con dureza contra los corruptos de su partido, les quita el carnet. Además, la ausencia de Matas estaba más que justificada, no le llegó la invitación por un hecho absolutamente lógico. Según Matas no posee ninguna residencia, a pesar de haber conseguido avales que superan los 5 millones de euros para evitar precisamente la entrada en su futura residencia, ni el piso situado en el barrio más caro de Madrid, ni la casa con vistas al mar de la Colonia de Sant Jordi son suyos, aunque los habite y actúe como si fuera propietario. Así que es de cajón que, sin domicilio conocido, el cartero devolviera la carta marcando la X en el apartado de "Desconocido", "Ausente", "Rehusado" o incluso "Dirección Incorrecta".
Volviendo al tema, cuando vi la foto que acompaña a esta entrada en el periódico tuve una sensación extraña, de que me había perdido algo. Era como si estuviera viendo una película de mafiosos en el cine, me levanto para mear y, cuando vuelvo, resulta Al Capone está encabezando una manifestación contra la Mafia. ¿Qué me he perdido? pregunto atónito. Un guión totalmente disparatado que sólo podrían protagonizar actores de la talla de Stallone, Schwarzenegger o, a nivel nacional, algún miembro del PP como Camps.
Esta película de terror, que roza el gore de serie B, no se salva ni con la incursión de escenas en 3D. Era, en palabras de José Agustín Goytisolo acompañado por la música y voz de Paco Ibañez, el mundo al revés del “Lobito bueno”.