Siguiendo con los preliminares de
la Semana Fantástica que nos espera, no del Corte Inglés sino de la Cohorte Vaticana, parece ser que
todo son facilidades para los jóvenes de todo el mundo que vienen a ver a “Susan” como lo llaman en algunos ámbitos. Me refiero a
“SuSan”-tidad, por supuesto. No han escatimado en
alojamientos o medios de transporte gratuitos o a precios “populares” por obra y milagro, no de dios, sino del Gobierno y alcaldesa de Madrid, siempre a costa de todos los contribuyentes que pagan “religiosamente” cada día su transporte público para ir a trabajar.
Lo del transporte es un problema por el hecho de celebrarse las jornadas en Madrid, ya que si se celebraran en alguna ciudad costera como Benidorm o Lloret de Mar la afluencia de jóvenes mentalmente predispuestos a ver milagros sería mucho mayor y más de uno sería capaz de caminar por las aguas o al menos reptarían por la arena de la playa. Se han dado casos de jóvenes que incluso creen que pueden ascender a los cielos y acaban estampados en el asfalto a pocos metros de una piscina que parecía estar más cerca de lo que realmente estaba. Intentando emular el bautismo de Jesús en el río Jordán, adornado en algunos casos con un tirabuzón antes de sumergirse en las aguas de la piscina, acaban algunos de ellos, mediante el milagro de la transustanciación, convirtiendo su propio cuerpo en una “hostia” más que consagrada.
Si tuviera vacaciones esta semana que viene no dudaría en ir a Madrid de turismo, pasando olímpicamente del Papa al igual que las Olimpiadas pasan de Madrid, con el único fin de aprovechar estos precios low cost de la Semana Fantástica. Hay gente malintencionada que se pregunta dónde están todos esos jóvenes los domingos de misa porque las últimas veces que he entrado en una Iglesia parecía aquello un casting para la tercera parte de Cocoon. Estos malintencionados, que los hay, creen que sólo van a Madrid de fiesta y no a cantar en cumbayá.
Parece ser que Rouco ha rezado con tanta intensidad que el otro día una tormenta provocó algunos desperfectos en el escenario donde el Santo Padre hará su esperada performance. Algo se sabe ya de las actuaciones, ya que el otro día un lector de Público filtró una canción que forma parte del musical creado por los Monty Python para la película “El sentido de la vida”, y que está dedicada a todos los pajilleros del blog y, por extensión, del JMJ (algunos de ellos ya ciegos).
Parece ser que el mensaje de Jesús se ha ido distorsionando a lo largo de la historia como si fuera aquel juego de campamento llamado “teléfono estropeado” que consistía en que uno le dice a su vecino de corro una frase, éste la transmite al siguiente y así sucesivamente. De modo que aquello de “dichosos los pobres porque vuestro es el Reino de los Cielos” ha llegado al Papa, último en esta cadena de transmisión algo así: “¡Cielos!, Vive como un Rey y olvídate de esos dichosos pobres”.
Tengo muchas ganas de ver al Papa de nuevo, aún recuerdo su actuación en Valencia con presencia de riguroso traje y corbata del mártir “Camps”
Acabaré esta entrada dedicándole una canción de Leonard Cohen a “Susan”, se trata de la canción Suzanne. Como canta Cohen, aunque muchos saben que Susan está medio loca (ver foto. En la imagen vemos a Susan cuidando del pequeño huerto y al fondo su casita junto al río), es por eso por lo que quieren estar a su lado en estas jornadas. Aunque Susan no sirve té y naranjas que vienen de China sí que cuenta cuentos chinos y ofrece en la página web oficial de las jornadas juveniles toda una serie de merchandising que juraría que está fabricado en aquel país asiático. Todo ello igualmente a precios “populares” o para “populares”. Muchos viajarán con Susan a ciegas, como canta Cohen, bien porque tienen “pocas luces”, bien por su fe ciega. Finalmente Leonard Cohen canta en su canción que Jesús era un marinero cuando caminó sobre las aguas (hay un evangelio apócrifo que afirma que fue el primer surfero de la historia) y también se dice que Susan viste “harapos y plumas” (se ve que los harapos se han perdido a lo largo de la historia, no así las “plumas”)
Personalmente creo que si Jesús estuviera estos días entre nosotros no acudiría a esta farsa vaticana, en primer lugar porque no sería católico y, en segundo lugar, porque si pudiera los habría mandado ya a todos al cuerno (de África).